miércoles, 29 de junio de 2011

El Poder Judicial está en quiebra.

En éste artículo me refiero al Poder Judicial costarricense, que como lo cita el título ¡está en quiebra!
Utilizo como referente el artículo periodístico publicado en el periódico La Nación que circula en Costa Rica.
En síntesis, dentro del artículo se hace mención de las declaraciones del embajador Petter Cianchette residente en nuestro país acerca de la alerta que emite a sus compatriotas con respecto a lo arriesgado e inseguro que es viajar a Costa Rica, por lo que hace a modo de recomendación es sugerir a los turistas abstenerse en la medida de lo posible de hacer esos viajes turísticos.
Ante estas declaraciones y publicación periodística se ha dado toda una serie de posiciones con respecto al asunto; entre polémicas y diferencias se ha asumido las diferentes posiciones con respecto al particular, por lo que me es pertinente referirme al asunto de manera crítica y objetiva.
Comparto el criterio del señor Cianchette en que el sistema judicial costarricense posee carencias; ya que en este país es común y casi que no se altera el orden social cuando muchas personas nacionales y extrangeros acuden a las oficinas del Organismo de Investigación Judicial (O.I.J) para denunciar el robo de algún pasaporte, que posteriormente será negociado en el mercado negro, para que alguna persona lo utilicé cometiendo un delito de falsificación de identidad; que generalmente es usado por personas que poseen problemas judiciales de diversas índoles.
Además se refiere el señor Cianchette a los delitos que quedan sin castigo, o que son objeto de inpunidad. Concuerdo que en nuestro país existe un porcentaje muy alto de asuntos jurídicos que quedan sin resolver, o que tal vez se dan por sobreceídos, también los recursos de casación que se presentan muy comunmente después de que algún juzgado de primer instancia emite una sentencia, que debe ser revisada por otro organo y que muy comunmente ordena un nuevo juicio o proceso judicial desde susu inicios. ¡Esto me parece inaudito!; la razón es que si ya existe una resoluciñon judicial, ésta debe de haberse abordado con cautela, después de haber analizado todos los elementos posibles para haber dictado una sentencia, por lo que acudir a una apelación de una sala tercera (Casación), que aunque es un derecho de los imputados, me parece que es ir en detrimento del sistema judicial costarricense, que de ¡por sí!, ya está quebrado. me pregunto entonces: ¿qué pasa con el trabajo que hizo uno o varios jueces judiciales en una primera instancia?; ¿será acaso que no sirve, o que no tienen un buen fundamento para sentenciar?, o acaso, ¿ocuparemos mejores jueces capacitados que sean de verdad?, o también ¿quién tien el mayor peso en cuánto a saber que caso merece un nuevo proceso?
Por tanto es indudable que el sistema judicial costarricense esta en crisis por ésta y demás situaciones.
En tanto no concuerdo con el embajador Cianchette en querer propiciar el caos hacia sus compatriotas, pues Costa Rica no es el peor de los países, tampoco es el terror de sus visitantes, tampoco es una cueva de delincuentes; por el contrario Costa Rica tiene muchísimo que ofrecer, con sus riquezas naturales y culturales; pero pienso que como en cualquier parte del mundo hay que tomar previciones, ser cauto e informarse en cuanto al destino que se quiere abordar. El caos en Costa Rica no existe, así que no hay porque alarmarse, ¡siento que es más! lo que se habla que lo que se conoce, por lo que considero muy importante el hecho de informarse previamente.
Es cierto que la seguridad pública de nuestro país no es suficiente, sin embargo siento que se hacen importantes esfuerzos, pero la cultura del extrangero y nacional en aspectos propios de seguridad deben de mejorar.
Lamentablemente los asaltos es cosa de todos los días, sobre todo en ciertas áreas del casco central urbano de la capital (San José), pero volvemos al mismo factor de información, pues hay que ser prudente de identificar los lugares más riesgosos y las horas menos apropiadas para transitar.
En síntesis volvemos al factor de cultura de información.
Por otra parte el factor de impunidad, verdaderamente empeora la situación de quiebra del Poder Judicial, ya que en Costa Rica existe un alto índice de este principio legal, aunado a muchos factores; sin embargo no todo es tan crítico, debemos de rescatar lo hecho por los Tribunales de Flagrancia, que son eficientes en sus condenatorias en tiempo récord dentro del sistema judicial costarricense.
Los ticos somos parte responsable de este sistema judial, en ocasiones no denunciamos o porque permitimos que personas no aptas para los puestos de dirigencia sean asumidos por personajes inadecuados; sino recordemos que en años anteriores, una profesora de la asignatura de matemática para secundaria era la cabeza dentro del Ministerio de Seguridad. ¿Qué cosas no? ¡verdaderamente casi increíble, pero cierto!, eso sucede en mi país.
Se refiere el señor Cianchette de la siguente manera: "... el Poder Judicial debe de volver a estar a la altura del reto" que considero es un acierto, debemos de sanear al Poder Judicial y evitar el resquebrajamiento; evitar el tráfico de infuencias, los posibles casos de soborno, la legitimación del derecho será todo un reto para las cabecillas de dicha institución y todo un reto para la población costarricense en fiscalizar que eso suceda.
Lo que es verdaderamente importante es dar mucha importancia a los valores que los ticos buenos (¡que somos más!) podamos aportar a la sociedad costarricense.
En síntesis, no podemos obviar la delincuencia que existe, sin embargo no es un caos el que se vive; Costa Rica es un lugar agradable por visitar, pero en el que los extrangeros que quieran venir deben de adquirir cultura de conocimiento.
El sístema judicial está en crisis, sin embargo tomando las medidas apropiadas se puede levantar.
Recordemos entonces que: ¡Nunca está mas oscuro, que cuando va a amanecer!

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